Idílico, utópico,
el poder estar contigo siempre,
cuerpo con cuerpo,
mente con mente,
pero a la hora de la verdad,
todo es diferente.
Cuando tu máxima es lo imposible,
cuando la fantasía mejora lo real,
cuando abro los ojos y veo que no
estás,
decido dormir y volverte a soñar.
Porqué allí no existen ni un nunca
ni un jamás,
porque mi ser acaba cuando el tuyo
ha de comenzar,
no necesito nada más, aquí estas,
ten por seguro que no te dejaré
escapar.
Dulce tacto el de tu mano al tocar,
delicado es el baile que tus dedos
realizan sin cesar,
corriendo por mi nuca, por mi
espalda,
acabando en mi cintura y
acercándome cada vez más.
Disfruto del momento intentando
olvidar,
que eres mi dulce sueño,
y yo un prisionero de la realidad.
Pasa el tiempo, despierto,
no te veo,
¿por qué esté mundo?
Prefiero el irracional,
de que me sirve si en cada
despertar
solo tengo una almohada a la que
abrazar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario